La inversión no se refiere al concepto económico, sino a darle la vuelta a algo. Ese algo puede ser un mercado o cualquiera de las variables del marketing-mix.
Invertir implica pensar en el opuesto. Podemos invertir por ejemplo del blanco al negro o viceversa, de arriba a abajo o viceversa, etc.
Por ejemplo un comercio, ¿qué pasaría si en lugar de tener todos los productos a la venta dentro del mismo los sacáramos fuera (a la calle)?
Estas pre-ideas son aparentemente locuras o conceptos sin sentido, pero son en realidad potentes detonadores de geniales ideas, que de otro modo no se nos habrían ocurrido.
Este método es un provocador constante de ideas arriesgadas y diferentes, justo lo que siempre buscan las marcas para sorprender a su público. Acaso no nos preguntamos muchas veces: «¿cómo se les habrá ocurrido esto?», cuando vemos una campaña de alguna marca. Esta técnica nos ayuda muchísimo en la creación de ideas muy locas.